El uso de plasma en cáncer permite destruir el tejido tumoral con precisión
El cáncer, un término genérico usado para designar un amplio grupo de enfermedades que pueden afectar cualquier parte del organismo, es la segunda causa de mortalidad en todo el mundo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Y aunque se han logrado importantes avances en las últimas décadas, todavía está considerada como una de las principales amenazas para la salud humana.
El tratamiento convencional para tratarlo incluye técnicas como la cirugía, la quimioterapia o la radioterapia, cuyo objetivo es erradicar las células cancerosas sin afectar los tejidos no malignos. Técnicas eficaces pero que deben enfrentarse a retos complejos.
La extirpación quirúrgica completa de las células tumorales se enfrenta al riesgo de que los tumores regresen si no se eliminan por completo; en radioterapia, el objetivo es proteger los tejidos sanos que rodean el tumor, algo que limita la dosis; en quimioterapia, se apunta tanto a las células tumorales como a las sanas circundantes, lo que provoca efectos tóxicos.
Se ha demostrado que las terapias más efectivas para el cáncer deben ser tratamientos menos invasivos pero igualmente eficaces y consistentes, que actúen sobre las células malignas pero que tenga pocos efectos sobre las sanas. Está claro que la cirugía en la era moderna está cambiando de forma rápida y debe estar abierta a este mundo en evolución para no perder los beneficios que pueden venir.
Aquí es donde entra la medicina del plasma, un campo de investigación multidisciplinar que combina la física y química del plasma con la biología y medicina clínica. El objetivo es lanzar una nueva forma de tratar el cáncer que permita dirigirse única y exclusivamente a las células malignas e inhibir la proliferación celular y progresión tumoral.
Plasma, un nuevo abordaje del cáncer
Esta técnica, que emplea un tipo de gas inerte, la aplican en el Hospital Universitario Infanta Elena, integrado en la red pública madrileña. Porque, conscientes de la importancia de cuidar la salud de los pacientes ofreciéndoles la mejor tecnología en manos de profesionales expertos, el centro ha incorporado esta técnica, denominada PlasmaJet, en pacientes oncológicos del sistema digestivo.
En estos casos, uno de los mayores retos de la cirugía digestiva es conseguir erradicar un problema que no solo acostumbra a localizarse en órganos del sistema digestivo sino también del ginecológico y urológico. En este contexto, “esta tecnología quirúrgica es menos agresiva y más precisa que la convencional, permite ser mucho más respetuoso con las estructuras afectadas, eliminando el tejido tumoral y preservar el órgano afectado”, asegura el Doctor Santos Jiménez de los Galanes, jefe del Servicio de Cirugía General y Aparato Digestivo del hospital valdemoreño.
La aplicación de gas inerte comprimido, que se suma a los procedimientos realizados de forma rutinaria en el hospital desde la creación de su Unidad de Cirugía Oncológica Peritoneal —que en 2021 obtuvo la acreditación del Grupo Español de Carcinomatosis Peritoneal, convirtiéndose en el primer hospital público español en tenerla—, permite realizar distintas funciones, como cortar, disecar, vaporizar y coagular tejidos, así como eliminar los tejidos patológicos y reducir al mínimo el daño sobre los sanos. En consecuencia, se disminuye el riesgo y permite preservar mejor la función de los órganos tratados.
Los beneficios de esta técnica son numerosos, desde “ofrecer nuevas alternativas de tratamiento, a mejorar el pronóstico y realizar procedimientos curativos a pacientes considerados paliativos”, apunta el Doctor Jiménez de los Galanes. A diferencia de otras técnicas de energía usadas en cirugía, el plasma puede destruir la superficie de los órganos y tejidos con un efecto colateral mínimo.
En qué casos se aplica la técnica con plasma
Si hablamos de determinados tipos de tumores que responden mejor a esta técnica debemos hacer referencia a los casos de diseminación por el peritoneo de tumores de colon, pseudomixomas peritoneales, mesoteliomas, carcinomatosis peritoneales primarias y secundarias de cáncer de ovario, gástrico y sarcomas, “tumores malignos que se diseminan con gran frecuencia a la cavidad abdominal, por lo que la posibilidad de usar esta técnica es especialmente relevante”, admite Jiménez de los Galanes.
Es crucial, para obtener los mejores resultados de esta técnica, realizar una “estricta selección del paciente”, reconoce el especialista. Como lo demuestra también una investigación publicada en Nature que analiza las distintas técnicas usadas en el tratamiento contra el cáncer y que confirma que el plasma es una técnica muy adecuada en el de ovario, en concreto para la extirpación peritoneal o el tratamiento de la enfermedad diafragmática.
Este procedimiento se suma al resto de técnicas quirúrgicas que desarrolla el centro hospitalario valdemoreño, como las resecciones laparoscópicas de tumores hepáticos y pancreáticos que se pueden realizar por vía mínimamente invasiva en pacientes seleccionados.